Sinopsis:
Para el budismo la sustancia, sustrato o sustento, no existe; tampoco hay un yo
sustancial; todo es figuración, apariencia, fenómeno contingente. El reverso del
fenómeno no es el ser, sino el vacío indeterminado, incalificable, que no merece el
atributo de ser. Nociones de la filosofía griega y occidental como ser y sustancia, o
hindúes como atman-braman, no son relevantes para el budismo, que vacía los
fenómenos y les quita todo sustrato metafísico, así como toda permanencia. Tal
intuición atraviesa el recorrido de este pensamiento a través de sus principales
tradiciones históricas: Canon Pali, mahayana, zen, tantra. Mientras para Sidarta todo
es renuncia, en el tantra todo es transgresión. El