Sinopsis:
¿Tiene una forma especial lo que pensamos? ¿Habita en nosotros como un invitado, como una
compañía, una mascota enorme y sorprendente? La protagonista de “Mi elefante propio” tiene -por
supuesto- un elefante. Que es todo suyo. Este elefante tiene orejas, trompa, colmillos blancos y todo
lo que tiene que tener. Que no es poco. Lo importante acá es que éste no es un elefante cualquiera.
Se llama Pensamiento y está en su cabeza. A partir de un deseo que no se puede cumplir (porque “el
bollo no está para hornos”) Pensamiento se pone triste. Y resulta muy difícil no darse cuenta cuando
un Pensamiento está triste. Así que la niña decide hacer algunas cosas para animarlo. Prueba, prueba
y prueba… hasta