Sinopsis:

TODAS LAS CANCIONES DE AMOR.

LA ENAMORADA.

NADIE SABE DE MI.

NADA DEL AMOR ME PRODUCE ENVIDIA.

UN GESTO COMÚN.

ESPLENDOR.

EL MAR DE NOCHE.

Lo que hay en esta obra de Santiago Loza es el acceso a un momento escencial del teatro: la catarsis, el espejo, la identificación de lo que está sucediendo.  Y eso no puede explicarse, eso sucede, ocurre, en el presente.  Catarsis como una conversación en uno mismo a trevés del otro.

Hay un momento en el que, por fin, lo intelectual, lo reflexivo, lo lógico desaparece y aparece, de un modo muy profundo, lo empcional, lo primitivamente humano.  Ese lugar donde uno puede meterse  adentro del otro para reconocer lo propio.

Lo que ocurre es, entonces, religioso, en el sentido etimológico del término: la acción de volver a ligar lo que está desligado. estas criaturas, extraviadas de sí mismas, se vuelven a encontrar, por fin, en el tránsito que recorren.

Eso arde en todos estos textos, esa es la gran epifania: personajes que vuelven a armarse, a reconocerse, que llegan, despues de largo viaje,  a un lugar donde todas las cosas del mundo arman una suerte de unidad.  Y aunque esa unidad no exista, aunque estén quebrados, el deseo máxi de estos personajes, finalmente, es ser y es poder quedarse en ese ser.

MARILÚ MARINI