Dicen que la noche se hizo para los que saben caminarla, aquellos que van como dentro de un sueño recorriendo el camino que solo los guía. Porque en él hay una enseñanza. Y una soledad que es poseída. La noche redime y oculta a los vagabundos y perdedores que deambulan buscando algo. Y Manuel Troncoso en estos poemas despliega un mapa para que encuentren su destino.

Una poesía luminosa que irradia levedad, mientras despliega su manto para recubrir objetos y personas, situaciones y paisajes, que frente a sus ojos emprenden metamorfosis delicadas.

Los poemas de Preñar la noche están hechos de suaves encabalgamientos que demuestran la comprensión y el vínculo profundo con la materia de las cosas. Y es como ver el pensamiento en acción, el misterio de la idea que se convierte en arte.