Sinopsis:
En la escuela, la señorita pidió que todos hicieran un dibujo. Una casita allá, un árbol acá.. y un chancho -
no un cerdo, un señor chancho- violeta, violetísimo y embarrado, por acá. Una obra de arte. ¿Cómo no va
a estar orgullosa la protagonista de este cuento? Pero a la seño, uhm, parece que no le gustó tanto y, sin
explicaciones, eligió el dibujo de otra niña para colgar en la pared.
Al volver a casa, frente a la merienda, zas: no puede comer. “Tengo algo en la garganta y no puedo
tragar”, dice Ana. La mamá, preocupada, le recuerda: para crecer sanos y fuertes ¡hay que comer bien!
Pero no hay caso: eso en la garganta sigue ahí y no deja pasar ni a los zapallitos, que son su comida
preferida.